martes, 13 de diciembre de 2011

Por el centro de la India

El recorrido por Rajastán, comenzó en un pequeño minibús desde Delhi, no pasábamos de 80 Km/h, velocidad ya alta en la India, pero es que las carreteras son infernales, tiempos de 6 horas para hacer 200 kilómetros.

Jaipur, la puerta de entrada a Rajastán,  la llamada ciudad rosa, así se engalanó para recibir al príncipe Eduardo, la primera visita fue en el Fuerte Amber, con la típica subida en elefantes, bueno es una experiencia más y arriba, quizá la visita más incomoda de todo el viaje por la tremenda cantidad de turistas dentro del fuerte, cantidad sólo superada en el Taj Mahal, pero teniendo en cuenta que el Taj Mahal  es un lugar de visita masiva del pueblo indú, el número de turistas aquí me pareció mayor si cabe.
En el palacio existente en el interior del Fuerte Amber me gustó sobremanera un pequeño salón llamado Salón de los Espejos, me imagino las danzas nocturnas con las velas reflejándose en los miles de espejitos.
Lo de las bodas en India es tremendo, la gente que tiene dinero se gasta verdaderas fortunas, en Delhi, en el hotel, al llegar había una boda y no nos dejaron subir a la habitación sino aceptábamos una invitación, son tremendamente amables, las bodas duran  como mínimo dos días, el primero es como una presentación y el segundo la boda. En el palacio de Jaipur todos los patios estaban preparados para una boda que, según nos dijeron, costaría cerca de 150.000€, bueno Jaipur es la capital de la plata, los joyeros de esta ciudad pueden estar entre los más ricos del planeta.
Me impresionó Jantar Mantar un increíble observatorio creado en el 1700, con diferencias horarias que no oscilan más allá de los 20 segundos. Visita obligada al Hawa Mahal, el edificio emblemático de Jaipur, es una lástima que en India , en la mayoría de los monumentos sólo se pueda ver el exterior, normalmente porque los interiores están abandonados.
Seguimos hacia Fatehpur Sikri, la ciudad fantasma, en el camino a Agra fundada por los mongoles.
En Agra la contaminación ya empieza a notarse en los pulmones, es muy difícil respirar bien, muy aconsejables las mascarillas a partir de aquí. ¿Qué decir del Taj Mahal?, impresionante, no se puede ver nada del interior, pero la sola visita del exterior ya es asombroso, estuve cerca de cuatro horas dando vueltas y más vueltas a su alrededor, hice cerca de 200 fotos, imposible elegir las mejores. ¿Qué decir de un monumento que es un mausoleo mongol construido por amor a su esposa?.
Y después, todavía en Agra la visita a su Fuerte Rojo.
Al día siguiente en tren desde Agra hacia Jhansi, dos horas y media en un atestado tren saliendo  de una estación atestada como es Agra, pero es una experiencia más, hay que vivirla.
En el camino, ya por la zona agraria de India dejo de ver miseria, la gente trabaja en los campos y en los pueblos, vive sin lujos pero sin miseria ¿porqué esa manía que tenemos de abandonar el campo e irnos a pasar penurias a las ciudades?.
Después del tren en una furgonetilla nos vamos hacia Orchaa, lo de las carreteras en India es brutal, imposible hacer treinta kilómetros en una hora.
Orchaa, una sorpresa, no figura en casi ninguna guía y es algo obligado de ver.
Khajuraho, el centro del Kama Sutra, quizá la zona más cuidada de India, que bonito, horas paseando entre sus templos contemplando las fachadas ¿para mi gusto?, no sabría que decidir si el Taj Mahal o Khajuraho, una preciosidad.
De aquí a Varanasi (Benarés) en avión, 45 minutos que serían más de siete horas en coche, buff. Y ya cuando llegas ves que estás en algo totalmente diferente, desde el primer momento que llegas a Varanasi se te encoje el corazón, el olor a basura y a contaminación, las medidas higiénicas de cualquier tipo, simplemente no existen, la mendicidad basándose en los niños es escalofriante, la contaminación del aire es tal que no puedes respirar, muy aconsejable llevar mascarilla, hay sitios donde los mendigos están ordenados en fila y, aún así, la cantidad de turistas es tremenda.
La fiesta Aarti, adoración a los elementos de la vida, agua, aire, espacio, suelo es diaria, merece la pena verla a pesar de la contaminación y la increíble masa de insectos voladores  de todo tipo que la orilla del agua, la suciedad y la luz atraen.
De amanecida no hay que dejar el paseo en barca de remos por el Ganges, pero preparado para lo que veremos, la ventaja es que en el amanecer disminuye algo (sólo un poco) la contaminación. Es bonito ver la salida del sol reflejada en el Ganges entre la bruma de la contaminación, es sorprendente ver a los Indúes dándose las abluciones rituales para limpiar sus pecados en el contaminadísimo río Ganges, pero es de locos que unos doscientos metros más arriba del río estén las cremaciones diarias, cremaciones junto al río, donde se echan después los restos que, en muchas ocasiones son más que cenizas flotando en el agua.
Con el corazón encogido sales del río paseas por los callejones y vuelves a un mundo de suciedad, contaminación, caos circulatorio y dejadez. Pero por la tarde me voy a un cine, quiero vivir la experiencia de ver una película de Bollywood, bueno las películas ya sabemos como son, pero el espectáculo de ver a la gente en plena película casi bailando y cantando merece la pena.
Así es India, un puro y duro contraste.
Las fotos de las ciudades del centro de la India ...

Fotos de Delhi ...

Las fotos de la tragedia de Leh ...

Imágenes, algunas de ellas no son agradables, de la forma de vida en la India ...

Un pequeño vídeo en la India.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

De turismo por Delhi

Nueva Delhi, una ciudad que como todo en la India, es puro contraste y espectáculo, la riqueza y la miseria conviviendo en su más dura distancia, desde increíbles hoteles con el Imperial a la cabeza, símbolo de la colonización británica, donde es obligado relajarse tomando un típico té en alguno de sus excelentes pubs o terrazas hasta la imagen de la gente durmiendo en las calles entre ratas y basura en el Viejo Delhi.

O vivir la disparidad entre sus muchos y espectaculares monumentos con la miseria y la mendicidad en sus entradas.

El choque de ver la mendicidad infantil, en muchas ocasiones con un niño más pequeño en sus brazos y, más de una vez, con el hermano mayor o el padre esperándolos en una esquina cercana, pero al tiempo, poder ver en todos los monumentos, museos, etc. a los colegios llevando a los alumnos a disfrutar de su cultura.
Pero también lo positivo y mucho como la increíble amabilidad de sus gentes, el circular en coche o en rickshow tanto a motor como a pedal y observar que, a pesar de la enorme intensidad circulatoria, nadie se estresa, nadie se ofende por nada.
La gran diversidad cultural y religiosa basada en un tremendo respeto y convivencia entre todos, híndus, musulmanes, sikhhijs, católicos, shadus, etc.
La tremenda contaminación de la ciudad, tanto en la zona vieja, quizá algo menos en la nueva.
La enorme variedad de sus comidas, eso sí, para estómagos fuertes y duros ¡¡¡todo es picante!!!.
Visita obligada para los turistas empedernidos y recomendable hacerla a tu aire, con una buena guía, negociando duro con los rickshow (atención, negociar antes el cuanto y en que moneda y comprometerles antes de subir a que lleven cambio, son especialistas en decirte al final que no tienen cambio), disfrutando de sus buenos bares en los hoteles, de buenos restaurantes y de buenos paseos (es una ciudad bastante segura a pesar de las apariencias) y paciencia, mucha paciencia con el acoso de los vendedores callejeros en todas partes y a cualquier hora.

domingo, 16 de octubre de 2011

La circular y arista de los Infiernos en Pirineos desde Casa de Piedra


Quizá la montaña más emblemática del Valle de Tena, ya tenía ganas de hacerla. ¿Por dónde se sube mejor, por el Collado de acceso al Garmo Negro  o por la ruta del GR-11 hacia el refugio Respomuso?.  Esa era la cuestión que comentábamos la noche anterior en el refugio de Casa de Piedra en Baños de Panticosa, José y Olga (un encanto de compañeros en el día de hoy), habían intentado el día anterior subir a Los Infiernos por la ruta del Garmo Negro, pero se equivocaron y terminaron en el Garmo Negro, así que no les apetecía repetir, resultado subimos por la ruta de los Ibones Azules o  del GR-11 y bajamos por la ruta del collado de Pondiellos.

Salimos del refugio de Casa de Piedra, a 1636 metros, por su espalda,  ufff, nos queda un montón,  paralelos al río Caldarés de Baños por la senda del GR-11 en dirección hacia el refugio Respomuso, buena subida ya desde el principio, en unos diez minutos llegamos al Mirador del Balneario, a 1725 metros de altura, sobre todo al llegar a la Cuesta del Fraile, en una hora más, a 2040 metros de altura, con las vistas a nuestra derecha del salto de agua del Fraile, así llegamos, en una hora y media, hasta el nuevo refugio, entonces en construcción, ahora ya terminado, junto al Ibón Bajo del Bachimaña,  por cierto vacíos con la tremenda falta de lluvias de este octubre, seguimos hacia nuestra izquierda, la senda siempre bien marcada, dejando a nuestra derecha, el enorme, pero también casi vacío Ibón Alto de Bachimaña.

El bordear el Ibón es más o menos llano, varias subiditas y bajadas por el borde, hasta llegar a una zona más llana, un descansito, aquí hay un indicador del GR-11 que nos lleva, hacia la derecha a la zona de Bujaruelo, y a la izquierda hacia el refugio Respomuso , cruzamos un par de veces el río que baja desde los Ibones Azules, dejando a nuestra izquierda el Ibón Azul bajo y el Alto hasta llegar, a 2570 metros de altura, en algo menos de tres horas, al mirador del Glaciar de Infiernos, vi  fotos, en el refugio, del glaciar hace pocos años y si, se está quedando pequeñito, si, es cierto, si.

La subida se empina por una buena pedrera hasta llegar al Cuello de Infiernos a 2720 metros, un collado anterior al Ibón de Tebarray que separa el Pico de Piedrafita, 2959 metros, a nuestra derecha y ya, Los Infiernos a nuestra izquierda, hemos tardado cerca de cuatro horas.

Aquí la senda, de frente, bordeando el Ibón de Tebarray por nuestra derecha lleva hacia el refugio Respomuso, y hacia la izquierda, hacia el oeste, nos permitirá ascender hacia Infiernos con un par de opciones, hacia la derecha o, de frente, hacia la arista, vale, de frente, a la arista, hay algunos hitos, pero es que no tiene pérdida, la arista está ahí, y al llegar a ella, unos tramos por la arista y otros por la parte más cercana al Ibón de Tebarray, seguimos  hasta una precima desde la que se ven las tres cimas de Infiernos y la Marmolera de la zona sur que hay que atravesar, no es difícil, algún paso de grado II o poco más, pero muy expuesta, una caída te tira muchos metros abajo, una vez pasada, y por la ladera sur, en unos pocos metros llegamos a la cima Occidental, con sus 3073 metros de altura en poco más de cinco horas, fotos y acometemos la arista de la Marmolera que nos lleva hasta el Infiernos Central (3083 metros) una arista fácil pero aérea.

El siguiente paso es seguir, en pocos minutos hasta el Oriental de 3072 metros, donde termina nuestro periplo de las tres cimas, junto al Oriental se ve una senda que desciende hacia el Collado de Pondiellos, error, la tomamos y, al igual que otros dos que nos encontramos, tuvimos que volver a subir para llegar al Central y bajar por el lado del Central de la Canal que hay entre el Central y el Oriental.

La bajada hacia el Collado de Pondiellos, a 2810 metros, se hace por la ladera del Infierno Central, junto a la chimenea que está entre los dos infiernos, el Central y el Oriental, es una bajada muy vertical y aérea, pero bien señalizada, pateada y con agarres, después vendrá  la pedrera; me torcí un tobillo subiendo al Occidental, y en la pedrera de bajada me dolía, llevaba zapatillas ya que las botas que llevé eran muy rígidas para esta actividad, y en la pedrera cada vez que apoyaba el pie de manera un tanto lateral se cargaba más y más, al final ya me dolía hasta la rodilla de pisar mal.

Nos paramos a tomar un tentempie en un primer collado, según bajamos, el de Saretas, a 2852 metros de altura, que se encuentra entre el pico de Arnales (3002 metros) y el pico de Pondiellos de 2917 metros, bajada que se lleva una hora y cuarto largas, collado que puede dar a confusión e intentar bajar por él, no, según nos comentaron se complica bastante, hay que seguir hasta el segundo que es el verdadero Collado de Pondiellos, una media hora más, desde aquí, hacia abajo, las vistas de los bonitos ibones de Pondiellos. Seguimos por la pedrera hasta llegar al Collado de Pondiellos, el segundo que se veía desde la cima de Infiernos, y bajamos hacia Baños de Panticosa por la pedrera, hacia la derecha la pedrera descompuesta por la canal, por la izquierda, siempre en dirección a Baños de Panticosa, siempre a la vista, las piedras son mayores y menos incomodas.

Así llegamos hasta la Majada Alta del Argualas, a 2100 metros donde, un poco antes, se junta con la senda que sube al Garmo Negro, al Algas y al Argualas , llegamos a una zona boscosa donde la senda, vertical y en zig-zags nos dejará en Baños de Panticosa en dos horas largas desde el collado de Pondiellos.

En suma una actividad de una dificultad media, tanto técnica como físicamente.

Cervezas en Casa de Piedra y yo me vuelvo a Madrid, lo del tobillo no reviste importancia pero no quiero forzarlo otro día más.





domingo, 9 de octubre de 2011

Espigüete, subida por la Cara Norte y bajada por la Sur

El Espigüete, 2451 metros de altura, subida por la cara norte y bajada por la sur, en suma la circular al Espigüete, una preciosa actividad.

Siguiendo la costumbre desde que voy a la Cordillera Cantábrica fui a Cervera de Pisuerga y desde allí a Triollo, deseaba dormir en el Hostal La Montaña, muy amables y con ganas de darle un ambiente montañero al Hostal, pero  cerraban los lunes, no hay problema, media vuelta y me marché a dormir al parador de Cervera, caprichitos al cuerpo.
Martes, desayuno temprano, salida hacia Triollo, lo paso en dirección a Guardo y pasando Alba de los Cardaños, enseguida vemos una pronunciada curva donde está el cartel de dirección a Cardaño de Arriba, dos kilómetros y setecientos metros y un señalizado parking, llamado de Pinollano,  a la izquierda de la carretera regional, a 1345 metros de altura, voy solo, así que veo allí más gente con la que me uno para no hacer la subida en solitario.
Rober, un amigo me recomendó hacer en la subida la arista Este, no lo intenté, no conocía la zona, pero una vez visto, es una idea a hacer en breve.
La ascensión por la cara norte, para mi, tiene un nivel  de dificultad medio, la pedrera está resbaladiza y algo peligrosilla.
La ascensión se lleva 1120 metros de desnivel, en la bajada se hacen unos 70 metros más hasta Cardaño de Abajo que luego hay que subir para llegar al aparcamiento.
El tiempo de subida fue de un poquitín menos de las tres horas y la bajada y rodeo hasta el aparcamiento me llevó dos horas y tres cuartos.
Desde el aparcamiento y hacia el norte sale un ancho camino, el único además, a nuestra derecha el arroyo Mazobres y, siguiendo en paralelo al arroyo, el camino va girando hacia nuestra izquierda y empinándose de manera suave, algún camino se nos cruza, pero el principal es tan evidente que no hay perdida , en unos tres cuartos de hora y a una altura de 1600 metros llegamos a un mirador sobre las cascadas del arroyo Mazobres, en estos días con poca agua, pero aún así merece la pena hacer alguna foto, si hemos llegado hasta el mirador, necesitaremos retroceder unos pocos metros hasta encontrar un hito bastante grande, a nuestra izquierda cuando subíamos, que nos marca el sendero de subida, aquí el camino ya es más empinado, es muy estrecho, normalmente entre piornos, tiene bastantes hitos y, en caso de duda, tenderemos a acercarnos a la pared rocosa que hay a nuestra izquierda, poco a poco desaparece el piornal y, a nuestra derecha, desviándonos unos diez metros de los hitos, cercada con alambrada, veremos una pequeña, pero muy profunda sima, llamada la Sima del Anillo, se habla de unos novecientos metros de profundidad, fotos y nos reincorporamos al camino.
Llevamos algo más de hora y cuarto andando y estamos a 1900 metros de altura, estamos ante el anfiteatro de la cara norte del  Espigüete, es impresionante, a partir de aquí una pedrera de bloques, con buenos hitos, pequeñas subidas por zonas de llambrias, y sin duda, vemos la canal y el marcado sendero por el arrastre de la pedrera debido a  las pisadas, nos paramos a tomar algo de fruta y beber agua, los compañeros que encontré no se ven muy bien para seguir subiendo y se quedan descansando, para decidir después si suben o no, por eso tiro solo hacia adelante.
Al llegar a  las dos horas efectivas de andar he llegado a la base de la canal de acceso, a nuestra izquierda una gran mole rocosa que nos hace evidente por donde subir, sólo hay una posibilidad que es la canal, pedrera de las de un pasito p´alante y otro p´atrás constantemente, donde además, y a pesar de que el día es bueno, me pongo un polar ya que al estar en umbría, la zona es fresca.
La inclinación se hace cada vez más pendiente, hasta poco más de un 40% en algunos tramos, a veces decido salirme de la huella de las pedreras y pegarme a las zonas rocosas que hay a la derecha, llego a una zona de mayor pendiente aún, poco más del 50%, una escurrida me hace perder un par de metros, definitivamente me echo fuera de la pedrera y, aunque pueda ser más fatigoso me pego a las rocas que hay a la derecha, donde, sorpresa me encuentro que hay una pequeña trepada que, arriba tiene un hito, y después algunos más que ayudan a quitarme de en medio la desesperante pedrera, pasados los 2260 metros de altura llego a una especie de rellano que, de frente, me marca piedras grandes y poca pendiente, a la derecha, el evidente camino, bien pisado, pero más pedreras, me decido a ir por la izquierda, después del éxito de la vez inmediata anterior y así una vez que termina la pedrera me voy incorporando poco a poco, siguiendo en travesía hacia la derecha, para llegar al collado, con un gran hito en su centro, que separa a mi izquierda el Pequeño Espigüete de 2444 metros y siguiendo hacia mi derecha, oeste, durante unos cinco minutos por unos hitos algo por debajo de  la muy cómoda arista que me incorpora a la cima, estoy en el hito cimero a 2451 metros de altura, a su lado una cruz y un día soleado que me permite ver Peña Prieta, Curavacas, los vacios embalses de la ruta de los pantanos sobre el Carrión y el pueblo de Cardaño de Abajo, hacia el cual, volviendo sobre mis pasos hacia el collado que separa las dos cimas, después de un tentempie y unos minutos de descanso, hago la bajada, no me apetece bajar por la peligrosa pedrera por la que he subido, además de que pretendo conocer las dos vertientes.
En la bajada, la pedrera existe también, larga y tediosa, pero con rampas más suaves que las de la vertiente norte, al llegar al final de la pedrera tomo el camino, a veces con muy pocos hitos que me lleva a una  pista forestal que, hacia la

izquierda, me orienta hacia el pueblo de Cardaño de Abajo, me imagino que así será, no lo sé, ya que, al cabo de un rato, viendo los grandes zig-zags que hace la pista y que se ven abajo unas pistas que llevan al pueblo, decido bajar a trocha hacia las pistas forestales, sin problemas salvo algún que otro piornal.
Llego a Cardaño de Abajo, a 1215 metros, tomo la carretera por la que vine por la mañana, hasta llegar, en algo más de un kilómetro, al cruce hacia Cardaño de Arriba, dos kilómetros y medio largos hasta el aparcamiento, donde llego en poco menos de 2 horas y 45 minutos desde la cima, total, cuatro kilómetros por carretera
Buen día, buena cima, buenas vistas y hartura de pedreras, seguro que esta cima es más bonita en invierno con buena cantidad de nieve.
La vuelta a Madrid, desde Cardaño la hago por Guardo hacia Palencia, me resulta un poco más corta que si voy a Cervera, teniendo en cuenta que yo vivo en la zona de Pozuelo de Alarcón, en la Carretera de la Coruña. 
Las fotos de la actividad .... 

miércoles, 5 de octubre de 2011

Braojos

Todos los años, en septiembre se celebra la jornada MTB organizada por el grupo estrozapiernas de Braojos, y si, es una ruta destrozapiernas, si.

Quedamos a las 9 de la mañana en la plaza del Ayuntamiento de Braojos, preparamos las bicis, fotos de rigor en el arranque y salimos por una calle detrás del Ayuntamiento, ya la primera cuesta y en el  primer cruce de calles primer error, nos vamos por un lado y es por otro, menos mal que el GPS te avisa en unos metros.
Salimos del pueblo por una pista rural con algunas zonas asfaltadas hasta pasar por debajo del puente del tren, es una constante subida y, en unos pocos kilómetros, se convierte cien por cien en pista con sus zetas y sus buenas pendientes, no hay un momento de relax en la subida, son más de setecientos metros hasta que, ¡esto es la cima!, nooo, está allí y, antes del allí, otra cuestecita de marras que esta vez, además, se ve perfectamente, venga arriba, llegamos ¿es la última?, si, esta vez sí.
Comienza la bajada y, como siempre en las bajadas me quedo atrás, a ver yo uso el freno porqué está para algo ¿o no?, menos mal que en cada cruce me esperan ya que yo no llevo el GPS, bueno en unos me esperan y en otros: jejejeje, veo a mis compañeros subiendo hacia atrás porqué han vuelto a equivocarse, ¡si es que las prisas nunca fueron buenas!, jejeje.
Hacemos el triangulo de los tres pueblos, la Acebeda, donde definitivamente dejamos las pistas para tomar algunos tramos de buena carretera casi sin tránsito de vehículos, llegamos a Aoslos, a partir de aquí comienzan unas zonas de trialeras muy técnicas y duras y, al final, después de pasar un par de veces por debajo de la autopista, volvemos a Braojos.
Fer, enhorabuena por tu elección, me ha encantado la ruta.
Tiempo de pedaleo efectivo:  4 horas y 2 minutos, a lo que añadir 47 minutos de paradas para fotos, comida, etc...
La distancia recorrida fue de 42,34 Kms, con una velocidad media de 10,50 Km/h y una máxima de 51,54.
Hicimos una ascensión acumulada de 828 metros y bajamos 754.

lunes, 26 de septiembre de 2011

El anillo ciclista a Madrid

Comenzamos en el barrio de la Alameda de Osuna, sorteamos las primeras calles hasta alcanzar nuestro primer tramo en las inmediaciones del barrio, cerca del punto 0 de la vía, pasamos por debajo de un puente donde la discusión entre escaladores y administración es manifiesta, ya varias veces se han instalado presas para practicar algo de escalada y tantas veces la administración las ha quitado, pues vale.
A poco de pasar el puente, hacia nuestra izquierda tomamos el primer tramo en sí del anillo que es la pasarela que cruza por encima de la A2, al bajar llegamos a una glorieta en obras que nos desvía por algunas calles, hay que fijarse en las indicaciones, es un poco lioso, pero seguimos viendo a nuestra izquierda el estadio de la Peineta hasta llegar a la pasarela que cruza la Avda. de Arcentales.
Algunas áreas de descanso, pero aún es pronto para hacerlo, pasamos O´Donnell y dejamos a un lado Valdebernardo para llegar a la pasarela del cruce por encima de la A3.

Una descansada y larga bajada por el bonito parque de Palomeras, aquí, donde Félix, en la zona de Palomeras Altas, recuerda sus tiempos jóvenes y donde, sin duda, hay que parar para hacer fotos.
Pasamos por debajo de un puente bajo la Avenida de a Albufera y llegamos al parque de la Gavia . Poco después llegamos al punto más problemático de la ruta, un túnel bajo el ferrocarril y la A4, estrecho, sin luz, con una acera estrechísima (no creo que quepan al tiempo dos bicis en el distinto sentido), con los coches cruzando a tu lado.

Entramos ahora en zonas de obras, con poca señalización, nos perdimos varias veces, aquí hay que orientarse buscando el 12 de Octubre, a partir de él, ya no hay pérdida.
A partir de aquí, bordeamos por Orcasitas el parque de Pradolongo, y el parque Sur para llegar a Pan Bendito, seguimos por el parque de las Cruces, en esta zona si, bien señalizada la vía y llegamos a la zona del intercambiador de Aluche, lo cruzamos para continuar por el parque del Alcalde Carlos Arias hasta una pasarela que cruza la autovía de Extremadura, A5 para entrar en la Casa de Campo, por aquí, ya en nuestra salsa, llegamos a la zona del metro de Casa de Campo y bajamos hacia el Zoológico, seguimos hacia el parque de Atracciones y bajamos hacia el Lago, el que bordeamos por la izquierda, así seguimos hasta el Puente de los Franceses, que pasamos por debajo y, donde inmediatamente, a nuestra derecha, veremos que continúa ya el anillo con una empinada pasarela que cruza la M30.

Bordeamos el Manzanares por su margen derecha, pues era bonito también antes, cruzamos otra nueva pasarela y el precioso Puente de San Fernando y nos adentramos en una parte de la vía muy estrecha, junto a la M30, seguimos por Fuentelareina y, a partir de aquí una zona fea, bajo mi opinión, Arroyo del Fresno, Lacoma, Mirasierra, Montecarmelo, zonas nuevas con grandes vías, muchas glorietas, pero donde el anillo ciclista parece hecho a parches, continuos tramos en que hay que cruzar de lado o ir por el carril central, glorietas en las que cambias de carril, todo ello en continua ascensión y constantes paradas, un poco rompepiernas.
Llegamos a la zona de la antigua carretera de Burgos, también un poco liosa, nos paramos a tomar un tentempie y seguimos por las zonas de Las Tablas y Sanchinarro con las mismas constantes de cambios de acera y semáforos, hasta cruzar de nuevo la M40 y adentrarnos  por la zona del Barrio de Santa Maria donde ya no hay mas cruces, pero donde al final del mismo Félix pincha, bien, nos quedan dos kilómetros, seguimos a pie hasta casa.

Total que estuvimos cuatro horas y cinco minutos pedaleando para hacer 67,11 kilómetros, con un desnivel acumulado de 783 metros.

Y una web muy recomendable para preparar la ruta.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El carril bici a San Martín de la Vega

San Martín de la Vega cuenta, sin duda, con uno de los mejores y más completo carril-bici de nuestra comunidad.

Y a por él que fuimos, desde el lago de la Casa de Campo, bajamos hasta el Puente del Rey y allí comenzamos el descenso por la nueva y flamante Ribera del Manzanares, varias veces he pasado ya por ella y cada día me parece mejor, es un obrón, sin duda, pero ha merecido la pena, las viviendas de su entorno han ganado en revalorización, en calidad de vida y se nota, por todo el recorrido gente paseando, en bici, patinando.
Hace poco terminaba en el estadio Manzanares, ahora sigue con ese fenomenal puente tubular, pasa el antiguo Matadero y pasando una estrecha zona que aún no está terminada llega hasta la zona del Barrio de San Fermín, y aquí descubrimos la antigua pista que bordea el río Manzanares hasta Villaverde, dejando a nuestra derecha el Tanatorio de la M40, la Caja Mágica y pasando por debajo de algunos puentes de las salidas de Madrid, deja a un lado y a otro pequeñas fincas de ganado o agrarias hasta llegar cerca de una central eléctrica donde se acaba por obras, antes hemos cruzado desde la margen derecha del río a la izquierda, hacemos unos pocos vericuetos, no hay perdida por la gran cantidad de huellas de ruedas de bici y volvemos a cruzar el río por en estrecho puente metálico, enseguida una carreterita que sube frente a nosotros y comienza el carril bici, muy bien cuidado, con un sólo cruce en una glorieta, pero bien señalizado.
La pista es muy rompepiernas, subiditas  bajaditas para las que hay que estar en forma, dejamos a nuestra derecha el Cerro de los Angeles, giramos a la izquierda por una parte de carril bici asfaltada, aún sin señalizar bien, pero muy cómoda, llegamos a otra glorieta y, de nuevo el carril-bici bien señalizado, pasamos la desviación a Perales del Río, la depuradora Sur, un campo de tiro a nuestra derecha, pasamos por encima del Arroyo Culebro y comienza la subida, suave pero constante hacia la Marañosa, después una bajada de seis kilómetros hacia San Martín de la Vega, bajada que, luego, a la vuelta, hay que subir.
35 kilómetros largos de ida que hay que deshacer a la vuelta, vuelta que pica más al ser, constantemente en subida, muy suaves por la Ribera del Manzanares, pero subida al fin y al cabo y ya llevas buenos kilómetros en las piernas.
Las cervecitas finales en la Casa de Campo no tienen desperdicio.

Algunos números:
Distancia en ida 34,81 Kms. y claro, lo mismo en la vuelta
Subida acumulada entre ida y vuelta: 318 metros

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pirámide de Vincent

Otra más dentro del macizo del Monte Rosa en los Alpes occidentales, La Piramide Vincent con sus 4.215 metros está completamente ubicada en territorio italiano.

Nuestra idea, era llegar al Refugio Gnifetti a través del Paso Neso, desde el refugio Quintino Sella, no fue posible, las grietas del Paso Neso nos lo impidieron, dimos media vuelta, y por la arista que sale del refugio, bajamos hasta los teleféricos del valle de Aosta para llegar a Staffal, subimos al Paso Salati en el teleférico a punta Indren, a partir de aquí, buena subida de cerca de cuatro horas hasta llegar al Gnifetti a 3645 metros, después de cruzar en diagonal, el glaciar Garstelet en la base del refugio y una trepadita final en roca ayudada por unos pocos medios de ferrata.
Buen refugio, como todos los italianos, buena cena, bien atendido, precio razonable, buenas literas y buen desayuno.
Salimos prontito, el día se presenta largo, queremos subir la Pirámide Vincent, después el Parrotspize y bajar por el glaciar del Monte Rosa hasta el Refugio MonteRosa.
Una ascensión que nos llevó algo más de cuatro horas, con la mayor dificultad basada en la travesía del glaciar lleno de grietas en verano.
Salida del refugio hacia el noreste, por la orilla del glaciar del Lis muy lleno de grietas y, enseguida seguimos, dejando la Pirámide de Vincent a nuestra derecha, hacia el collado Lisjoch a 4151 metros. Antes de llegar a él, dejamos a la izquierda la cima rocosa del Fraile, merece la pena desviarse unos metros, hacer la trepadita y bajar por el mismo camino.
Poco más arriba vemos hacia la derecha la canal de acceso, que separa, a la izquierda de la canal, el Balmenhorn de 4167 y toda la cadena que le sigue Schwarzhorn, Ludwigshöhe, Parrotspize, Cabaña Margarita (el refugio más alto de Europa) y el Signalkuppe, y a la derecha de la canal, nuestro objetivo, la Pirámide de Vincent.
Nos adentramos un poco por la canal hasta ver la huella que, por el llamado techo norte, nos lleva a la cumbre, sin problemas, empinada al final, un paso de unos dos metros algo más empinado y, por una amplia arista hacia nuestra izquierda llegamos a la cima en una especie de meseta. Bien, una subida catalogada en las guías como PD.
Tuvimos un día espectacular y las fotos así lo demuestran, sobre todo la impresionante cadena hacia el Norte que termina en el Signalkuppe (punta Gnifetti) con sus 4554 metros de altura o las vistas del cercano Linskamn o las del lejano GrandParadiso.
Bajamos de nuevo al collado y continuamos la jornada.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Castor


El Cástor, con 4228 metros de altura, es una de las montañas del macizo del Monte Rosa, separado del Pollux por el Collado de Verra, de 3845 metros, normalmente las dos cimas se llevan a cabo en la misma actividad y, también normalmente se sale desde el Refugio de Ayas para llegar, al final de la jornada, al refugio Quintino Sella.

Casi fronterizo entre Italia en el valle de Aosta y Suiza en el Valais.

Y, así lo hicimos, primero el Pollux desde el refugio de Ayax, bajamos al Collado de Verra y, desde él, comenzamos la ascensión al Castor, también la ascensión puede hacerse viniendo desde Zermatt en el día siguiendo la misma ruta que detallo en la subida al Pollux y vordeando el mismo para llegar al Collado de Verra.

Nosotros salimos del refugio de Ayas, subimos en primer lugar el Pollux, bajamos por la arista, bordeamos el Pollux para llegar al collado di Verra y desde aquí iniciamos la subida al Castor, con sus 4228 metros y declarado como PD-.

La subida por esta cara lleva unas dos horas, con un desnivel de unos 400 metros y pendientes de entre el 35 al 50% y, en todas las guías se recomienda no acometerla con malas condiciones de nieve, la posibilidad de aludes es muy real, y no sólo los aludes, antes de la cima hay una grieta de considerables dimensiones que recorre toda la parte baja de la arista final y que hay que asegurar muy bien antes de treparla, con nieve reciente posiblemente no conseguiríamos distinguir bien los pasos a dar.

Pasada la grieta, unos metros de pared que, en diagonal hay que seguir para acceder a la arista, un centenar escaso de metros (lineales) de arista y ya estamos en la cima.

Vistas desde la cima a todo el macizo del Monte Rosa y el cercano Cervino.

La bajada la hicimos, en otras dos horas, hacia el refugio Quintino Sella, esta es otra alternativa de subida desde Italia. Una larga arista sureste que nos deja en una antecima, después nos lleva hasta hacia el pico Felikhorn con sus 4175 metros, el collado Felikjoch a 4095 metros, el Pico Norte en 4200 metros y, al bajar, pendiente hacia nuestra derecha viendo ya el refugio Quintino Sella a 3585 metros, buen refugio y muy bien atendido, rodeado por los glaciares de Vera y Felik.

Las fotos de la actividad .... 

jueves, 1 de septiembre de 2011

Pollux


El Pollux, monte Polluce en Italia, con sus 4091 metros de altura parte del Valais Central, aunque lo detallo aquí como una única ascensión, en el mismo día salimos desde el Refugio Ayas, a 3390 metros, para subir en primer lugar el Pollux, unos 700 metro de desnivel en algo mas de 3 horas, bajar al collado de Verra y ascender el Castor, del que bajamos por la arista que lleva hacia el Refugio Quintino Sella. Por ello las referencias son globales, o sea 9 kilómetros largos de recorrido que hicimos en cerca de nueve horas con un desnivel acumulado total de 1130 metros y una graduación para esta cima de AD-.

Puede ascenderse también, directamente desde Zermatt, siguiendo la misma ruta que haríamos hacia los Breithorn, pero dejándolos a nuestra izquierda, la ruta pasa por el plató de la vertiente sur de los Breithorn en dirección este, a 3825 metros.

Continuando la huella, que normalmente, está bien marcada, dejaríamos a nuestra izquierda, también, la Roccia Nera y la zona de grietas de Ghiacciaio di Yerta, hasta llegar a la huella que confluye con la subida desde el Refugio Ayas cerca del pie del espolón suroeste, que fue nuestra subida real, donde, por la arista suroeste, se encuentra el corredor de acceso a la cima, antes del corredor las rampas de nieve llegan hasta el 50% de desnivel.

En cualquier caso, en la base de la arista, nos paramos, comemos algo, nos hidratamos y nos quitamos los crampones para la arista rocosa y la trepada. Discusión, dejamos la mochila, no y acertamos, los crampones y el piolet serán necesarios, de nuevo, arriba.

Ya empieza la parte de ascensión por roca, pasos que a veces, pueden tener un grado II, hasta llegar a una placa inclinada de unos seis o siete metros que está equipada con una maroma, quizá excesivamente gruesa por lo que te impide asegurarte mejor con los mosquetones de la línea de vida, simplemente no abarcan a la maroma, para los pies nos queda una fisura suficiente. Enseguida llegamos a una chimenea, estimo que un IV-, de unos ocho metros que termina en una segunda placa de unos diez metros y que están equipadas con otra maroma del mismo tipo. En algunos sitios he leído que hay cadena, pero no se si es anterior o posterior a nuestra subida.

Alcanzamos el final de la arista por la llamada espalda del Pollux y nos cramponamos de nuevo para subir y bajar la pequeña arista nevada que nos queda a la cima. Antes, foto delante de la estatua de la Virgen con el impresionante Castor, el hermano mayor del Pollux, de frente a nosotros.

Y llegamos en una hora larga desde la base hasta la cima, roma y sin ningún vértice geodésico o indicador, la vista de la arista de los Breithorn precedida del Roccia Nera con su impresionante pared rocosa hasta sus 4075 metros, el Liskamn con el Monte Rosa detrás, Castor y abajo por la misma huella hasta la espalda del Pollux.

Al subir, al final de la cadena última vimos una reunión que usamos para montar el rapel por donde bajar las placas y la chimenea hasta llegar a la zona de la maroma horizontal por la que seguimos, ya sin rapelar. el descenso de la zona nevada es peligrosillo debido a la pendiente del 50%, y decidimos bordear el Pollux para seguir hacia el Castor desde el Collado de Verra de 3845 metros que separa ambas cimas.

Las fotos de la actividad .... 

sábado, 27 de agosto de 2011

Curavacas


Tres horas y media escasas desde Madrid hasta Cervera de Pisuerga, desde allí, en poco más de veinte minutos a a Triollo, por la llamada carretera de los pantanos, la base para casi todas las ascensiones en la montaña palentina.

Decisión, hoy el Curavacas, venía pensando en el Espigüete, pero voy solo, así que, a por el Curavacas.

Nada más entrar en Triollo está el puente sobre el río Carrión, hacia mi derecha sale la carretera hacia el cercano pueblo de Vidrieros a 1330 metros de altitud, en tres kilómetros he llegado a la placita del pequeño pueblo, allí aparco el coche y, a mi izquierda, veo la calle Chica por donde inicio la ruta, inmediatamente giro a la izquierda y la calle se convierte en una pista.

Medio kilómetro por la pista, llego a un pequeño puente encima de un arroyo y giro a la derecha, hay un hito y una piedra más grandecita donde se indica la subida hacia el Curavacas, que ya aparece a la vista.

Continúo por la pista, cada vez más angosta y empinada, cruzo dos puertas metálicas, la segunda de ellas en otro cuarto de hora, con el camino estrechándose cada vez más, ya es un sendero que va ascendiendo por la margen derecha del arroyo Cabriles, en otros veinte minutos estoy en una zona de prados, el camino es muy evidente y, además, hay hitos de vez en cuando que me lo señalan.

Cuando llevo, más o menos, tres cuartos de hora de caminata, a 1600 metros de altura, cruzo el arroyo Cabriles y sigo el sendero, más angosto aún entre los matorrales y, poco a poco, según se despeja el camino me voy metiendo en una pedrera muy descompuesta, por aquí si que hay bastantes hitos que, aunque el objetivo, arriba, se ve evidente, conviene no perder, ya que la pedrera, muy descompuesta y empinada es de las que, en la subida, un pasito p´alante y otro p´atrás, eso sí, esta pedrera en la bajada es fenomenal para bajar rápido clavando tacón.

En hora y tres cuartos llego al principio del Callejón Grande, los hitos me pegan a la derecha del espolón rocoso, por donde, en ocasiones el camino es más cómodo. La subida por aquí es bastante empinada.

En otra media hora, el sendero cruza hacia la izquierda, dejando arriba el collado que está a la derecha del llamado Diente del Oso, que dejo a mi derecha, estoy a una altura de 2380 metros y así llego, siguiendo los hitos, aquí bastante frecuentes, a la parte más alta del Callejón Grande en otros quince minutos más o menos.

A veces, aunque de manera fácil, hay que echar manos, dejo a mi derecha el Diente del Oso y por una evidente brecha, con unas vistas espectaculares hacia el norte de la Cordillera Cantábrica, un pasito un poco aéreo, pero sin dificultad alguna y giro a la iz

quierda, ya estoy en la cara norte y el viento frío me sorprende, chaqueta y a seguir.

Más suave la ascensión por esta zona que en diez minutos me deja en la cima a 2525 metros de altura.

El día es frío pero está despejado, fotos, al sur la zona de los pantanos palentinos, Triollo, un poco más al oeste el Espigüete destacando de todos de manera espectacular por su color gris, al noroeste se ven perfectamente los Picos de Europa, hacia el este el Diente del Oso.

Bajada por el mismo camino donde me encuentro con un grupito valenciano y, a una de las chicas le ha caído una piedra en el brazo y se le han quitado las ganas de subir a la cima, bajada con ella y otra más que la acompaña, en agradable compañía, en unas dos horas.

En suma, el Curavacas, una ascensión sin dificultades en verano, pero que por sus pendientes, sus bajas temperaturas y la cantidad de nieve en invierno, presenta una dificultad de tipo medio, he visto alguna definición del mismo como un lobo con piel de cordero.


jueves, 25 de agosto de 2011

Barranco de la Peonera en Alquézar



Una de esas actividades que estás deseando conocer, no como para dedicarte a ella, pero si para ver como es la experiencia, pues bien, es de las que enganchan.

Puede parecer que Alquézar es, simplemente, una villa dedicada al turismo de barranquísmo, bueno, si, puede ser, pero además, es una preciosa ciudad medieval, bien cuidada que merece la pena visitar.

Llevé a cabo la actividad con unos viejos amigos, Guías Boira, muy bien, hicimos el barranco de la Peonera, seis horas de actividad, un barranco muy bonito y mereció la pena.

Algunas fotos de la actividad.

martes, 23 de agosto de 2011

Los Breithorn



La cadena de los Breithorn la componen el Breithorn propiamente dicho o Breithorn Occidental con 4165 metros de altura, el Breithorn Central o Mittelgipfel con 4159 y el Breithorn Oriental (Zwillinge) con 4139 metros. Los tres tienen acceso directo desde el llamado Breithorn Pass a 3900 metros y también pueden hacerse siguiendo la arista que une los tres, esta es quizá, partiendo del Breithorn Occidental, la más repetida, sirve además como camino a otras actividades en días siguientes, es lo que nosotros hicimos, en este primer día, salir desde Zermatt para terminar a dormir en el Refugio Ayas a 3394 metros.

Empezamos la jornada saliendo desde Zermatt, donde habíamos dormido (también puede hacerse dejando el coche en la pequeña localidad Suiza de Täsch, el último pueblo hasta donde puedes llegar con el coche. La carretera continúa hasta Zermatt, pero está prohibido pasar. Por tanto, desde Tasch podemos subir a Zermatt en tren o en furgonetas-taxi. Hay muchas furgonetas-taxi y más baratas que el tren.

Atravesaremos Zermatt en dirección sur para acceder a Winkelmatten, la estación de teleférico. Nuestro destino es Bergstation que es la estación de sky del pequeño Cervino. Para ello habremos de tomar el telecabina que nos subirá a la estación intermedia de Furi a 1.886 metros, aquí tomaremos otro que nos llevará a la estación intermedia de Trockener Steg a 2.939 metros donde tomaremos el último que nos dejará en Klein-Matterhorn a 3.825 metros.

A la salida crampones y piolet, coincidimos un tramo con las pistas de esquí, seguimos de frente, en dirección sur, para, en breve girar a la izquierda para llegar a la base del Breithorn, que queda a nuestra izquierda. La subida por aquí es muy suave, casi llano, hasta llegar a la base de la montaña, un ascenso que está siempre con mucha huella, al principio haciendo zetas y, enseguida, girando suavemente hacia nuestra derecha hasta la cima.

Sencillo, un desnivel de 330 metros, las últimas rampas tienen un máximo de un 35% de desnivel y, lo único a tener en cuenta, es que estamos a más de 4000 metros de altura y hay que controlar los efectos del mal de altura ya que, a través de los teleféricos, habremos subido muy rápido. Desde el teleférico habremos tardado una hora y cuarto escasa, la cima es como una loma longitudinal, no es pequeña, descanso, fotos, las vistas del Cervino hacia el oeste o del macizo del Monte Rosa hacia el este, si el día acompaña, son espectaculares.

Aquí, casi todos se dan la vuelta y dan la jornada por concluida, pero la arista hacia el este con su huella nos baja hacia el primer collado entre los Breithorn (unos cien metros de descenso) y, la huella muy bien marcada nos lleva, por el este de la arista, con cuidado de no acercarse demasiado a la cornisa por el peligro de ruptura y, enseguida estamos en la cima del Breithorn Centra, poco más de media hora.

Desde aquí sigue la arista hacia el Breithorn oriental, con una escapatoria hacia el Breithorn Pass justo en el collado, muy poca bajada, que separa el Breithorn Central del Oriental, nosotros no hicimos la subida al Oriental, bajamos por esta escapatoria hacia el Refugio Ayas como fin de esta primera jornada.

Las fotos de la actividad.

martes, 16 de agosto de 2011

Alphubel


Me quedaron las ganas de hacerlo el año pasado después de ascender al Allalinhorn desde el refugio Britannia, pero no había tiempo, así que este año era uno de mis objetivos, lo hicimos además en plan circular para conocer las dos vertientes, para ello subimos en el metro Alpin desde Saas Fee (por cierto 66€ por persona, por un día) subimos, pasando al principio entre las pistas de esquí que empiezan justo en el Metro Alpino del Allalin, hasta el collado que separa el Allalinhorn, que quedaría a nuestra izquierda y giramos hacia la derecha hacia el pico Feechopf de 3888 metros de altura, paso obligado hacia el Alphubel al que subimos por esta vertiente y bajamos por el glaciar Fee, atravesando sus numerosas grietas, hacia el teleférico de Längflue a 2870 metros ya que nos servía el ticket de teleférico.

Salimos de Saas Grund a las siete de la mañana en coche hasta el cercano aparcamiento que hay a la entrada de Saas Fee, donde no pueden entrar los vehículos, aparcamos, nos equipamos y al teleférico, tres etapas incluida la final del metro Alpin y, al salir, crampones, piolet y a andar.

La primera parte coincide con la subida fácil al Allalinhorn (al que es más bonito subir desde el refugio Britannia) y coincide también con la pista de esquí que lleva o trae a los esquiadores hasta el metro Alpin en Mittelallalin, al salir por la mañana no es problemático, pero al volver sí que hay que tener cuidado con los que bajan y que no quieren frenar algo para no tener que remar. Se cruza con otra pista e inmediatamente nos aparece el indicador de una senda a la izquierda que sube hacia el Feejoch (el collado Fee) que separa hacia la izquierda la subida al Allalinhorn y a la derecha hacia el Alphubel, enseguida nos encontramos con la arista rocosa del Feechopf a donde hay que subir directo según se lleva, de frente a la primera cumbrecita, nosotros, guiados por unas huellas procedentes de otra equivocación, estoy seguro, nos tiramos por la lateral derecha hasta darnos cuenta de que debíamos subir a la arista, complicadísimo, baste decir que se podía clavar el piolet entre las piedras que se descolgaban a nuestro paso, pufff ...

La arista se da como II+, quizá algún pasito pueda llegar a grado III, hay que seguirla buscando siempre el punto más alto en la primera parte 3888 metros, una bajada y el sendero se ve hacia la ladera izquierda, donde había algún nevero para inmediatamente incorporarnos a la arista y subir a la última cima 3846 metros. En toda la arista es importante decidir cuando nos descramponamos. Al final de la última trepada damos a una especie de meseta donde ya empieza de nuevo la zona nevada, nuevamente crampones y, a seguir. En esta arista hay que tener especial atención ya que no hay hitos ni señales, únicamente las huellas de anteriores grupos, las guías indican que, en caso de niebla es fácil perder la orientación.

Bajamos algo, hasta los 3780 metros al Alphubel joch, la senda está bien marcada y empezamos los cuatrocientos y pico metros de subida, mucho viento, a la altura de los 3950 metros una nueva arista toda en nieve y llegamos a la rampa final, con desniveles algo superiores al 50% y con alguna barra metálica que sobresale para facilitar el aseguramiento en las bajadas a los que vuelven por este lado.

En algo más de una hora desde el Alphubel joch llegamos a la meseta cimera y, en unos cinco minutos al hito de madera final a 4206 metros, tardamos cerca de seis horas pero es que perdimos más de una hora en el enmarronamiento al empezar la arista, puede hacerse en cuatro horas un poco largas.

La cima es una preciosidad amplia y la visión circular desde el Allalinhorn, Strahlhorn, Rimfishorn, a lo lejos Monte Rosa, Linskamn, Cervino, continuando la cima Taschhorn Dom, enfrente Lagginhorn, Weissmies, menos mal hoy tuvimos un día de cima despejado.

Para bajar dos opciones, volver por donde subimos o bajar por el glaciar hacia Längflue, elegimos la segunda opción ya que no la conocíamos, la primera parte, hasta los 4000 metros, empinada, bajando con cuidadín, se divisa enseguida el teleférico abajo, llegamos a la cota de los 3600 metros y giramos a nuestra izquierda, se nos ha hecho tarde y el glaciar está muy peligroso, muchas grietas, muchos saltos de un lado a otro en algunas, menos mal que hay huella, salvo al final en la zona de hielo más presente, pero bueno ya estamos cerca del teleférico, termina el glaciar, unas zonas de rocas y llegamos a Längflue a 2780 metros, poco más de tres horas de bajada.

Al bajar y liquidar en el hotel de Saas Grund, nueva sorpresa, lo que en sus publicidades te anuncian TVA incluido es cierto, pero intentan meterme una nueva pullita, un 3,80% como impuesto de la ciudad, que rastreros que son. Repito bastantes veces el tema de las actuaciones de los suizos y de sus precios porqué no es el primer caso en el que gente que va con un presupuesto ajustado, se encuentra con estas desagradables sorpresas.



lunes, 15 de agosto de 2011

Lagginhorn


Lagginhorn, con sus 4010 metros de altura, parte de los Alpes del Valais oriental, es una bellísima ascensión, dura a veces, con buenas rampas de nieve dura, bonitas trepadas calificado como PD y, si hace buen tiempo, buenas vistas.

Salimos del refugio de Hohsaas, a donde subimos andando el día anterior, para hacer el Weissmies, refugio donde como en todo Suiza te llevas la decepción por su manera de proceder, es el tercer año que subo a Suiza y me imagino que pocos, o ninguno más, todos los años bajas decepcionado, empezando por el truquito de todos los años a los turistas, planificas el viaje con un cambio Franco Suizo Euro que, al empezar el verano, indefectiblemente sube, en este año, llevándolo casi a la par, ello te lleva a que cenar en Saas Grund en un italiano, te cobren 40€ por un plato de espaguettis, pan y una cerveza, pero es que tienes que pedir servilletas, no ponen pan, por una botella de agua ¡¡¡ NUEVE EUROS !!! y, ojo, al refugio de Hohsaas le suben las cosas en el teleférico que termina junto a ellos, y al pagar, te quieren cobrar en euros a la paridad uno a uno con el franco, no, no, me cobra Vd. en francos con la tarjeta de crédito y que el cambio lo haga Visa. En fin, unas situaciones en las que te sientes engañado constantemente.

El refugio es nuevo, se cena a las seis de la tarde y el desayuno es a las cinco, ojo, en cuanto terminan, sobre las cinco y media, recogen y se acabó.

Subimos antes, andando, puede hacerse en teleférico, para poder hacer el día anterior el Weissmies, algo más de cuatro horas, desde detrás del teleférico de Saas Grund, por un sendero bien marcado hasta llegar al refugio de Hohsaas.

Salimos nada más desayunar, bordeando la estación del teleférico y tomando la pista de bajada hacia el refugio Weissmies (NE), a poco más de un centenar de metros (lineales), en una curva a izquierda vemos el sendero marcado con hitos, que nos acerca a la pared enfrente nuestra, donde vemos en diagonal hacia la izquierda una equipación con una sirga o especie de cable, después una trepada sencilla, sigue bien marcada con hitos y, al llegar arriba de la pared vemos el glaciar, no muy grande, casi un nevero, que atraviesa su cara oeste, bajamos hasta el glaciar-nevero y decisión, nos cramponamos o no, a pesar de que alguna cordada que va delante se ha cramponado, no lo vemos complicado, la nieve no está helada y decidimos atravesarlo con las botas directamente.

Atravesamos el nevero-glaciar para, casi en su final, girar hacia la izquierda, dirección oeste, y tomar una canal, aquí ya la señalización está con manchas rojas, canal que nos llevará a la arista, que tomamos hacia nuestra derecha. Al principio la arista, por zona rocosa, es fácil, con algún paso de grado II ó II+ que la hace divertida.

Las vistas por esta arista, hacia nuestra derecha (sur) nos presentan el cercano Weissmies, más atrás, el cordal de Allalinhorn, Alphubel, Dom, etc... y debajo nuestra a la izquierda (norte) el impresionante glaciar del Fletschhorn.

Poco más, en algunos momentos por zonas de mixto (nieve y roca) y llegamos a la zona de nieve, sólo nos quedan algo más de 400 metros de desnivel, pero, ¡para una longitud de unos setecientos metros según el GPS!, el desnivel, a veces, supera en poco el 50%, la senda muy pesada y en constantes zetas.

Un pequeño collado que nos da un breve respiro y, a través de la niebla, distinguimos la cercana cruz de la pequeña y aérea cima, fotos de nosotros y ninguna de las vistas.

Una ascensión con un desnivel de 965 metros que se lleva a cabp en cerca de cuatro horas desde el refugio Hohsaas.

La bajada con precaución al principio hasta llegar a la zona rocosa y, una vez atravesado el nevero-glaciar inicial nos separamos, unos volvieron por la misma ruta de subida hacia el refugio de Hohsaas a recoger la parte de equipaje que allí había quedado y yo acorté hacia la estación intermedia del teleférico en Kreuzboden a 2380 metros de altura por un sendero bien marcado con hitos pasando por el refugio de Weissmies, no me apetecía bajar más, mañana me espera el Alphuvel y hay que ahorrar energías. Para montar te indican muy amablemente que subas y que pagues abajo, ¡la madre que ...!, al llegar a la estación inferior te clavan 21FS, o sea 20€ por el descenso, en fin.

Las fotos de la actividad.

viernes, 12 de agosto de 2011

Weissmies



Fuimos a Suiza por Chamonix, cada vez me gusta más esta ciudad, por la mañana un paseo y tranquilamente tomamos la carretera de Chamonix a Martigny, una preciosidad de trayecto, recordando algunos de los puntos por los que pasamos al hacer unas semanas atrás el Tour del Mont Blanc , volvimos a pasar por Trient, por el Col de la Forclaz y ya, bajando hacia Martigny los típicos puestos ambulantes de venta de albaricoques, me paro en uno a comprar un kilo y ¡¡¡¡ 9€ un kilo !!!! pero ¿y esto, si hace un mes pagué 2€ por un kilo?, ya, si, pero ahora es agosto, vale, si, ya estamos en Suiza, abandonamos la idea y seguimos.

Llegamos a Saas Grund, a 1525 metros, uno de los cuatro pueblos de Saas, junto con Saas Fee, Saas Balen, Saas Almagell, todos con el encanto de los pueblecitos del Valais suizo. Ya teníamos hotel reservado y, sorpresa, como todos los años los suizos han revaluado su moneda de cara al verano, en este año, cercana a la paridad con el euro y en los hoteles y restaurantes te quieren cobrar en la paridad, hay que defenderse algo pagando con Visa en francos suizos.


Bien, olvidemos el tema económico y no hablemos del problemático tema del aparcamiento que esa es otra. Y al día siguiente, con tiempo salimos de Saas Grund hacia el refugio Hohsaas, a 3125 metros de altura, al que puede llegarse en teleférico, pero, aguerridos nosotros, decidimos hacerlo a pie y, ale, cerca de 1600 metros de desnivel que sirven para adaptarse mejor, cerca de cuatro horas y media pasamos por el pueblecito de TriftAlp a 2072 metros llegando hasta la instalación intermedia del teleférico de Kreuzboden a 2380 metros, continuamos hacia el refugio Weissmies a 2720 metros. Y llegamos ¿el refugio?, bien, cena a las seis, desayuno a las cinco (no te atrases que te quedas sin desayunar), cena sin pan, sin servilletas, sin agua (una botella nueve euros), o sea bien, en plan suizo. O sea ¿que los del refugio, después de clavarte 72FS por la estancia, te quieren cobrar otros 5FS por una ducha?, ya les vale. Si encontrásemos Hohsaashutte lleno, se puede dormir en el anterior, el Weissmieshütte a 2.725 metros.

Al día siguiente, nada más desayunar salimos hacia el Weissmies, 4027 metros de altura, un desnivel acumulado de 1050 metros aunque la distancia es corta, 7,25 Kms., a pesar de las nubes y del frío, una preciosidad de montaña, no es difícil, aunque tiene sus pasitos, pero es muy asequible, está catalogada como PD, es la más alta al noreste del Valais, subiremos por la vía normal, la sureste, dura, con inclinaciones de hasta el 40%.

Por detrás el refugio, por la pista que sube desde el anterior refugio, se baja algo y, enseguida, a pocos metros, a nuestra izquierda, marcado con la doble raya blanca y una roja en su centro, vemos la senda de salida, seguimos los hitos bordeando el repecho que queda a nuestra izquierda con el glaciar a nuestra derecha, en unos veinte minutos los hitos, y/o las franjas dobles con una roja intermedia, nos dejan en el glaciar del Trift, no en la base, el glaciar termina

bastante más abajo, crampones, nos encordamos y arriba, el glaciar está durillo, eso nos facilita la ascensión, hay siempre buena huella, en dirección sureste, atención a las grietas, algunas hay que bordearlas y otras exigen buenos saltos, nos dirigimos hacia el hombro o Pico Oeste, llegamos a una zona de seracs que no nos dan seguridad alguna de que cualquiera de ellos no se desprenda en cualquier momento, esta es, quizá, la zona más complicada de la ascensión, esta parte de la ruta se hace cambiante cada día, antes había una zona de escaleras, ahora bordeamos los seracs por debajo y rápido y giramos hacia nuestra izquierda, unos metros bastante aéreos.

A partir de aquí, más fácil, muy pendiente y pesado hasta llegar al collado existente entre el Pico Oeste y la cima que vemos a nuestra izquierda, trescientos metros de desnivel cercanos al borde de la arista oeste y llegamos a la cima.

Niebla y más niebla, pero al llegar a la cima se nos despeja un ratito y contemplamos hacia el norte el Lagginhorn, objetivo de mañana y hacia el sur la cuerda del Strahlhorn, el Rimpfishorn, el Allalinhorn, el Alphubel, el Táschorn, el Dom el ...

La subida se hace en poco más de cuatro horas y la bajada, ahora con más cuidado con las grietas, en alrededor de tres horas.

Las fotos de la actividad ....