jueves, 29 de abril de 2010

Veleta, preparación para el Tibet

Nos estamos preparando para la próxima subida, este sábado, al Tibet, sabemos que la subida que haremos puede darnos algún problema de aclimatación, primer día Pekín, al siguiente a cuatro mil metros, al siguiente a cinco mil y así seguido, así que, opción, nos vamos al Veleta para intentar aclimatar algo.

Conocía el Mulhacén, pero no el Veleta, vamos ni tan siquiera Sierra Nevada y, francamente, me apetecía conocerlo. Me ha defraudado la estación de Sierra Nevada, inclusive en esta época en que parece una ciudad fantasma, es como una máquina tragaperras: aún vacía, aún con todo cerrado, se empeñan en cobrarte hasta por respirar. Y ya en la subida al Veleta, ves a la derecha el destrozo que se ha llevado a cabo en la montaña, hasta casi la misma cumbre. De acuerdo, pueden decirme que es una fuente de riqueza para la zona, si, vale, pero pienso que las cosas se pueden hacer manteniendo un respeto con naturaleza y el medio.

La primera sorpresa es que hay una carretera hasta la Hoya de la Mora, es decir, hasta 2500 metros de altura, pero es que esa carretera, a veces pista forestal, en verano puede continuar hasta casi la base del Mulhacén ¡que barbaridad!, en realidad se trata de la antigua carretera que unía Granada con las Alpujarras.

El martes quedamos a primera hora, ya, en la Hoya de la Mora, Ramón, Salvi, Patxi y su hijo Iñaqui, estos dos últimos van a hacerse la bajada en esquí, botas, preparación del material y ya desde el parking, se ve el pico del Veleta con sus 3392 metros de altura. En la Hoya de la Mora hay varias instalaciones, como chiringuitos, un albergue juvenil, el de la Guardia Civil y, hasta un pequeño observatorio con su correspondiente cúpula. El primero que empieza a andar es Ramón, y poco a poco, arrancamos todos. Llegamos, en diez minutos, hasta el monumento a la Virgen de las Nieves, fotos y seguimos y en algo menos de una hora llegamos a las Posiciones, la verdad es que no hay perdida alguna, siempre se ve la cima y con tirar directamente hacia ella no hay posibilidad de error.

Llegamos a un punto en el que hay los que van a hacer la vía Silvia al Veleta con su Paredón NE de 220 metros, deben bajar rapelando, montaje, y arriba nos vemos.

En tres horas largas, llegamos a la cumbre, en un día diáfano, soleado, con unas vistas espectaculares, hacia Granada, distinguiendo la Alhambra, hacia el oeste la zona de la Carihuela, hacia el Sur el mar y hacia el este Los Machos, el Mulhacén, la Alcazaba, todo repleto de nieve, hemos subido un desnivel de 900 metros y más o menos 18 kilómetros entre la ida y la vuelta. Sin dificultades y disfrutando de la montaña, bajada, unos en esquíes y otros andando y en la Hoya de la Mora, reposo, bocata y vuelta a Madrid a preparar las cosas para el sábado.

Mas detalles de la ascensión en la descripción de la ascensión al Cerro de los Machos.

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domingo, 18 de abril de 2010

Maladeta


El Pico la Maladeta Oriental con sus de 3.308 metros me atrajo siempre, pero en cada ocasión, la ascensión al Aneto es la que he llevado a cabo en la zona, quizá por el prurito de ser el más alto de la Península, hasta que por fin este fin de semana me decidí a intentarlo.

El llamado Mala Eta, que significa Más Alto, debido a que, hasta el 1816 se le consideraba como el más alto de Pirineos, hasta comprobar que, el más alto, era el Aneto. Situada su cima en la arista que lo une con el Aneto, al este, en una hilera de picos denominada cresta del Medio y que lo componen el Pico Maldito, el Pico del Medio y el Pico de Coronas.

La ascensión la comenzamos, la tarde del viernes, desde el parking del Hospital ya que, debido a la inmensa cantidad de nieve en la zona es imposible llegar en vehículo hasta La Besurta, a 1920 metros de altura, este camino que en la ida se hace sin problemas, a la vuelta se hace pesadísimo, ¿será quizá por la carga que ya traen las piernas?, y desde la Besurta hasta el refugio de la Renclusa a 2140 metros de altura, menos de una hora nos bastó, el camino desde la Besurta hasta el refugio, al ser en invierno es, simplemente una línea recta sin necesitar las revueltas que se llevan a cabo en verano. Y en el fenomenal refugio una cena magnífica.

Al día siguiente, desayuno a las seis de la mañana y enseguida hacia arriba, las señales de aludes que vimos el día anterior nos hacen tomar la decisión de subir con la nieve lo más dura posible y hacer la bajada de la misma forma, así que Arva en el cuerpo, pala, crampones, piolet y hacia arriba.

La ruta de subida desde el refugio coincide con la que se usa para ascender al Aneto hasta la altura del Portillón superior, nosotros, sin embargo, debido a la gran cantidad de nieve tiramos en línea recta hasta el pie mismo de la cresta de las Maladetas, y allí nos preparamos para subir el corredor de la Maladeta o también llamado de la Rimaya, corredor de 150 metros de unos 40º-45º grados y en algún punto llega a los 50º hasta llegar al Collado de la Rimaya, con la nieve alternándose entre dura donde no le daba aun el sol y blanda donde ya si le daba, nuestra preocupación fundamental era ver como estaría a la. Una vez arriba, en el Collado de la Rimaya a 3230 metros de altura, giramos hacia nuestra izquierda (Este), a la derecha queda el Pico de la Rimaya con sus 3258 metros y los Maladetas Occidentales,  por la arista cimera se accede a la cumbre, la arista es fácil y ancha con algún pasito de grado I y II.

Llegada a la cumbre después de un desnivel total de 1400 metros, un fenomenal y despejado sábado, luego nos llegaron noticias de que en el resto de la Península llovió, granizó, ¡que abril! las vistas son muy buenas el Maldito, el Aneto, Coronas, el glaciar del Aneto con una amplísima ladera blanca resplandeciente por la gran cantidad de nieve recién caída. A otro lado Posets, Perdiguero, Vignemale, Cilindro, después de un buen rato disfrutando de las vistas y de la cima decidimos volver. No queremos que la nieve se ponga demasiado blanda, la bajada por la arista bien, pero el destrepe por el corredor de la Rimaya tiene su miga, hay que bajarlo con mucho cuidado, pero a partir de ahí, nos quitamos los crampones y en línea recta hasta el refugio, comodísimo el camino de descenso, nieve blanda pero sin hundirnos y abriendo huella en muchos tramos.

De vuelta en el canal de la Rimaya coincidimos con un par de montañeros con tablas de snowboard, uno de ellos baja desde el mismo collado en la tabla, pero a medio canal corta una placa provocando un alud que le arrastra mientras rueda pendiente abajo. La cosa no es grave pero al que pilla el alud, hasta que para y puede ver que no ha sido grave se pega un susto de campeonato.

martes, 13 de abril de 2010

Canal de La Ceja en Peñalara


Un objetivo ya cubierto en alguna otra ocasión, pero este lunes el club de los jubilados, es decir Félix y yo, decidimos hacerlo de nuevo y allá que nos vamos. La subida tiene sus pasos de 45 grados y unas magnificas vistas hacia la Laguna de Peñalara, hoy aún cubierta de hielo, increíble, precioso, una subida que hoy, mas que nunca nos ha tenido no sólo un poco, sino un bastante asustados ya que el plató final en el que se hace La Ceja estaba bastante peligroso y muy a punto de que se provocara algún alud, así que nos hemos tirado hacia la derecha para salir cuanto antes de ese riesgo.

Hemos arrancado desde el parking de Cotos, con un sol esplendido que, poco a poco se ha ido perdiendo y hemos accedido a la Laguna de Peñalara a través del pasillo normal que llega hasta la desviación hacia la laguna de Los Pájaros, hemos bordeado la Laguna de Peñalara por su izquierda. Parada para ponernos los crampones, reponer un poco de alimento y hacia arriba, enseguida que hemos visto la cornisa de La Ceja hemos decidido tirar por la canal que hay a su derecha para evitar el riesgo de alguna avalancha, la nieve ya transformada aguantaba bien a esta hora, aúnque poco a poco se convertía en demasiado blanda, llegada hasta el collado de Dos Hermanas, nos hemos quitado los crampones y, bueno, pues para hacer algo más, subida hasta Peñalara.

Que bonito día y la bajada fenomenal por el camino normal.

La subida por la propia Canal de La Ceja tiene una duración desde el parking de aproximadamente dos horas y media, el desnivel a superar desde la propia Laguna de Peñalara no pasa de los trescientos cincuenta metros y la mejor época para llevarla a cabo es en el invierno o, como ahora, en primavera.

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